Cuando se mudó con su familia al municipio de Rionegro, en Santander, Diana Patricia Riaño no estaba decidida por la vocación del campo. Llegaron de Cimitarra y traían la tradición ganadera. Sus padres compraron una finca cafetera, pero no les gustaba ese cultivo. Entonces, sembraron cacaoteros, como en otras fincas de la zona. Pudo ser el aroma del cacao lo que ligó para siempre su vida a la tierra.
Diana es promotora del programa de Cacao y carbono, de Solidaridad, desde agosto de 2023. Asesora en aspectos técnicos a los productores en Rionegro. También es productora y aún encuentra el tiempo para ser la representante legal de la asociación Zurron’s Cacao, que agrupa a 17 mujeres cacaocultoras en el negocio del chocolate, artesanías y otros productos derivados del cacao. Las conocen como las zurronas, con esa palabra de los viejos para las niñas traviesas y que alude también al canasto tejido que se usa en la recolección.
“Hace siete años hice un curso de chocolatería en el Sena. Cuando eso, se creó nuestra asociación y, desde ahí, empecé a decir: ‘A mí me gusta el campo. Siempre he querido vivir en el campo. Voy a estudiar algo sobre el campo’”. Diana Patricia Riaño es técnica profesional en Cultivo de Cacao; también técnica en Procesamiento de Cacao y Chocolatería Fina y se capacitó como catadora. “Empecé a aprender sobre el cultivo. En realidad, descubrí mi vocación y puedo decir ahora que en verdad me apasiona trabajar en el campo”.
La cercanía con el agricultor, un tesoro
Diana recorre las veredas de Rionegro, convoca reuniones con apoyo de las Juntas de Acción Comunal, visita a los productores en sus fincas y les brinda asesoría técnica. “Estamos haciendo el registro del programa Asómbrate. Me ha ayudado mucho que conozco la zona hace 17 años. Conozco a los agricultores, las fincas cacaoteras”, cuenta.
De su trabajo, atesora cada vez que algún productor la recibe con emoción, porque siente que una institución se ha acordado de él. “Me gusta poder llegar a esas personas a las que otras entidades no llegan —dice Diana—. Solidaridad ha abierto un camino para muchos productores que no habían recibido una visita de ninguna entidad. Nosotros vamos a impactar el cultivo, pero también impactamos familias. Eso es lo que más me gusta, sentir esa cercanía con el agricultor. Me motiva encontrarlos tiempo después y saber que las recomendaciones les sirvieron”.
Hacer familia en la vida del campo
La familia es muy importante también para ella. Aunque las jornadas en campo empiezan muy temprano y casi llega la noche cuando apenas vuelve a su casa, encuentra la manera de estar para sus hijos: un adolescente de 14 años y una niña de 12. “Tenemos estrategias para tener una buena comunicación. El sábado y el domingo nos dedicamos a estar en familia: hacemos actividades en la casa, vamos a la iglesia”.
Diana Patricia Riaño, técnico de campo del programa de Cacao y Carbono
“Me gusta poder llegar a esas personas a las que otras entidades no llegan. Solidaridad ha abierto un camino para muchos productores que no habían recibido una visita de ninguna entidad. Nosotros vamos a impactar el cultivo, pero también impactamos familias».
Cuando habla de la familia, incluye a su mamá, sus cuatro hermanos y tres sobrinos. La alegría de los niños llena la casa, y ellos también ponen sus manos en cuanto se pueda hacer del cacao. Con el cacao y los niños, descubrió talentos inexplorados; hoy pinta delicadas miniaturas en las mazorcas. Cuenta que no se desperdicia nada en el proceso de producción: “La mazorca de cacao se utiliza para hacer artesanías: aretes, collares, manillas”.
Diana Patricia Riaño resalta el trabajo social que hay en su trabajo por conseguir que haya nuevas generaciones en el campo. “Quisiera que todas las familias integren a sus hijos, porque el campo se envejeció. Es muy triste llegar a una finca y encontrar productores de 80 años que, así sea con su bastoncito, hacen lo que pueden en un día, porque sus familias se fueron a la ciudad y viven solos”.
Diana Patricia apunta al futuro con Solidaridad
Es una mujer que mira adelante, en sintonía con sus anhelos y proyectos personales y profesionales. “Mi meta es seguir estudiando; terminar la carrera de agronomía. También, avanzar en lo que tiene que ver con el procesamiento de cacao. La idea es encerrar eso: el agro, la chocolatería y también ser catadora en Santander y en Colombia para ayudar a la producción”.
La carrera de Diana Patricia Riaño en Solidaridad también está marcada en sus proyecciones del futuro. “En lo profesional, seguir escalando en Solidaridad. Creo que esta es una entidad que te abre las puertas y te visualizas para muchos años”, apunta.
Mayor información a la prensa
Nancy Amado
Gerente de Comunicaciones
Solidaridad Network
nancy.amado@solidaridadnetwork.org
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